Microrelato
Autor: Alejandro Cristancho
El perdón
Estaba nervioso.
No pude dormir la noche anterior por pensar en este día. Me faltaba exactamente tres días para culminar el servicio militar. Lo tiene que hacer rápido, eso después se le olvida, al fin y al cabo, nadie llora por un guerrillero, me dijo el general Gutiérrez.
Mi alma pedía a gritos que corriera, que me escapara, pero pudo más el miedo en mi corazón. Así lo vamos a probar, a ver qué tan varón es, aquella frase que aún retumbaba en mi cabeza desde el día anterior. Allí, en el alba, sus ojos llorosos y con una profunda tristeza, suplicaban misericordia y yo, el verdugo de su alma, apuntaba el revólver calibre 32 directamente a su cabeza. Las manos me temblaban. Sudaba. Un sentimiento de melancolía recorrió todo mi cuerpo. ¡Sarmiento, dispare!
Las lágrimas me bajaban por los pómulos, cerré los ojos. Disparé.
Ahora no sé cómo ni con qué cara pedirle perdón a dios.
Intento plasmar la cruda realidad que viven muchas personas en Colombia a
causa del conflicto armado, que a lo largo de cincuenta años ha dejado millones de personas
secuestradas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, desplazamientos forzado, violaciones a
los derechos humanos, explotación sexual, falsos positivos y un sinfín de horrores a causa de la
guerra.
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