Ir al contenido principal

Definición del amor, Francisco de Quevedo


Historia y biografía de Francisco de Quevedo
Francisco de Quevedo

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!


Definición del amor, Francisco de Quevedo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Huerta Escolar Yopo Güeta Suacha. Del aula de clase a la tierra, Jessica Huertas

Huerta Escolar Yopo Güeta Suacha: Del aula de clase a la tierra. Una experiencia educativa interdisciplinar, sustentable e intercultural. Escrito por: Jessica Huertas   “Mucha gente pequeña En lugares pequeños Haciendo cosas pequeñas Puede cambiar el mundo” -  Eduardo Galeano, El libro de los abrazos Introducción Hoy en día, ante una humanidad cada vez más inmersa en las lógicas universales y globalizadas del sistema/mundo, con su carácter deshumanizador, individualizante y carente de todo tipo de vínculos de camaradería, de reciprocidad, de colectividad; los retos a los que se enfrentan y deben asumir con gran responsabilidad los maestros y maestras, son evidentemente abismales.  Frente a este panorama, la escuela juega un papel trascendental en nuestras sociedades que depende notablemente de la relación que establezca con las comunidades, o, por el contrario, con el sistema dominante, competitivo y mercantil vigente. Así, “frente a la ...

Canta pájaro amante, Lope de Vega

Lope de Vega Canta pájaro amante Canta pájaro amante en la enramada selva a su amor, que por el verde suelo no ha visto al cazador que con desvelo le está escuchando, la ballesta armada. Tirale, yerra. Vuela, y la turbada voz en el pico transformada en yelo, vuelve, y de ramo en ramo acorta el vuelo por no alejarse de la prenda amada. Desta suerte el amor canta en el nido; mas luego que los celos que recela le tiran flechas de temor de olvido, huye, teme, sospecha, inquiere, cela, y hasta que ve que el cazador es ido, de pensamiento en pensamiento vuela. Canta pájaro amante, Lope de Vega.